Un perfume dice mucho más de nuestro estado de ánimo y es el que introduce nuestra personalidad a nivel social, en ocasiones, segundos antes de nuestra llegada… o segundos después, nuestro rastro ya empieza a expresar algo dentro de ese halo étero pero significadamente olfativo.
Más allá de modas y tendencias, cada uno debería escuchar el biorritmo de su cuerpo para adecuar el perfume a lo que él demanda. Ritmo, bienestar, sensualidad… explosión?? Perfumes hay mil, dos mil si me apuras y cada año, aunque algunos se jubilan lo cierto es que la colección del mercado aumenta a una media de 500 de manera anual. ¿Cuál debe ser el nuestro?
Cuando leemos aquello de “notas de salida” se refieren a las primeras notas que aparecen tras esprayar el producto. Acostumbran a ser notas con mucha vida, cítricas , acuáticas o florales ligeros que tengan mucho “splash” y que proporcionan un efecto “vibrante” y atractivo a nuestro olfato. Debemos recordar que el hecho de que un perfume guste o no depende de nuestros recuerdos “olfativos” guardados en el hipotálamo (una parte del cerebro que almacena este tipo de “recuerdos”) y que, como con el gusto, dictamina aquello que al conocer y reconocer, rememora una nota en sí misma. Según la Universidad de Rockefeller, somos capaces de recordar el 5% de lo que vemos, el 2% de lo que oímos, el 1% de lo que tocamos, y el 35% de lo que olemos!
Las conocidas “notas de corazón” son aquellas que aparecen a los pocos segundos, una vez se evaporan las notas de salida y dan solidez y definición al perfume (floral, verde, cítrico, chipe…) y, junto con las “notas de fondo” , son aquellas que quedan en tu piel al cabo de unos 5 minutos más o menos y son la que vas a llevar a lo largo del día. Notas normalmente más intensas como maderas, ámbar, pachouli, florales intensos, vainilla y orientales por ejemplo.
Dicho esto… ¿cuál escoger de la inmensidad de oferta? Yo siempre apuesto por el día y el momento. Si te puedes permitir tener más de una opción en tu baño o neceser, intenta diversificar. Es posible que te guste un mismo camino olfativo, pero es cierto que nosotras, poco fieles a utilizar siempre el mismo y único producto, acabamos “picoteando” de aquí y de allá para probar varias opciones.
Por ejemplo, aquellos días que te levantas viva, con ganas de comerte el mundo y gritando a los cuatro vientos lo feliz que estás de vivir en tu piel… qué tal una fragancia Chipre? chic, femenina y vibrante, suelen ser fragancias que te acompañan y te envuelven sin llegar a ser pesadas.
Un caso bien curioso es aquello de “me gustan fresquitas!”. Este es el país del sol, el calor y por tanto de las notas cítricas con sensación de limpieza total, pureza, libertad y olor a colonia. Días al aire libre, sin obligaciones, donde te apetece sentirte un poco a tu aire. Sensación sport, el reinado de los fines de semana, cuando vas con tus peques, tus amigas o familia o simplemente, cuando lo que tienes ganas es de estar “cómoda”.
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